jueves, 1 de abril de 2010

NO LES SABE A PECADO

Cuando se acuestan la razón y el deseo ocurren cosas tan evidentes que la comunidad no pueden negar el pecado. ¿Con qué púdica moral se puede exigir las condiciones de vida en una vivienda estipulando el lugar donde han de instalar el compresor del aire acondicionado, si en cambio los miembros de la junta ejecutan obras de forma absolutamente arbitraria? ¿Este trastero realizado en una zona común… está aprobado en una asamblea “soberana”? ¿Goza de permisos de obra?... mucho me temo que no.